Ya han pasado quince años desde aquellos días en los que se iba a acabar el mundo. Y bueno… quince años es mucho tiempo. El Apocalipsis finalmente no pasó, el nuevo siglo en efecto sucedió y en el caso de Colombia, ha estado cargado de una energía creativa sin precedentes.
Con la crisis de las disqueras, motivada por el auge de Internet y la piratería, emergió una nueva clase musical, la de los independientes, que por un lado fortaleció la creatividad y por el otro hizo de este oficio uno de los menos rentables del mundo. Aún a pesar de estas y otras dificultades (como la guerra), o incluso precisamente por las mismas, nuestra escena desarrolló poderosos instintos de supervivencia a partir de la pura autogestión, de una agenda artística libre del interés del hermano mayor, y también de su evolución como especie endémica, con rasgos propios, únicos, y atributos fuertes.
Aprovechando esa bonita y a veces cruel ortografía que pone el tiempo, y para celebrar estos quince años de sonidos rebeldes de esta casa grande y fértil y diversa, hicimos la tarea de pensar en los quince discos más significativos de nuestros tiempos, un título que suena rimbombante, sí, pero hay que ver la discografía que tenemos para saber a qué nivel ha llegado nuestra nueva escuela, damas y caballeros.
Orgullosos del baile de nuestra generación, uno que ha puesto a nuestros cuerpos y a los del mundo entero a menearse al ritmo de nuestros logros y nuestros duelos, les presentamos nuestros quince clásicos modernos.
Música, maestros…
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